La palabra “mentor” apareció en el clásico griego de Homero “La Odisea”, cuando Odiseo (Ulises en la tradición latina) se estaba preparando para ir a la Guerra de Troya y comprendió que su único hijo, Telémaco, necesitaba de un maestro particular mientras él estuviese lejos, para ser entrenado en los asuntos soberanos. “Mentor” fue, básicamente, un amigo de confianza de la familia que sería, en este caso, el tutor de Telémaco (Bell, 1998).
Sin embargo, muchos propósitos pueden surgir para revelar las exigencias y requerimientos reales de la mentoría. Desde una perspectiva de liderazgo, Bell, (1998) escribió: “el mentor es la parte del liderazgo cuyo resultado es el crecimiento de la persona”. Un mentor sirve como catalizador en el proceso de aprendizaje y se conoce como “alguien que ayuda a algún otro a aprender algo que el aprendiz, de otro modo, lo hubiese aprendido no tan bien, más lentamente o no lo hubiese aprendido del todo” (Bell, 1998). De acuerdo con este autor, un mentor es un “sabio, consejero digno de confianza, profesor o coach».
Bell, C. (1998). Managers as Mentors. San Francisco: Berret-Koehler.