“Jesús de Nazareth, sin dinero o armamento, conquistó más millones que Alejandro, Cesar, Mahoma, Napoleón; sin ciencia y aprendizaje, emanó más luz en las cosas humanas y divinas que todos los filósofos y eruditos juntos; sin la elocuencia de la escuela, EL habló palabras de vida que nunca antes, ni desde entonces se han hablado, y produjo efectos que van mucho más allá de los alcanzados por oradores o poetas. Sin haber escrito una sola palabra, ha hecho que más plumas escriban y ha sido tema de más sermones, discursos, discusiones, obras de arte, volúmenes conocidos, y dulces cantos de alabanza que todo el ejército de grandes hombres de la antigüedad y de tiempos modernos. Nacido en un pesebre y crucificado como un malhechor, hoy, controla los destinos del mundo civilizado y gobierna un imperio espiritual que cubre una tercera parte del globo terráqueo” Philip SCAF. Historiador