Las 4 Progresiones del Coaching: De la Visión al Logro.

Todo buen líder-coach
contribuye con la efectividad de sus seguidores. Es decir, les ayuda a que
logren ver realizados los anhelos profundos del corazón y las resoluciones de
la voluntad. En el liderazgo, tomar responsabilidad significa plantearse
ciertos asuntos y llevarlos a cabo. Para eso es posible identificar cuatro
momentos cumbre o progresiones que forman parte esencial del proceso de avance en
el coaching de liderazgo hacia la efectividad. Esas cuatro progresiones pueden resumirse
así: De la Visión a la Meta, de la Meta al Sistema y del Sistema al Logro. Sin embargo,
a continuación se detallan un poco más:
1.    
Visión: Un gran
apoyo que brinda todo buen coach al inicio de cualquier proceso consiste en la exploración,
integración y concentración de los anhelos, sueños y aspiraciones que delinean
el futuro deseado de vida y liderazgo del coachee. Identificar las motivaciones
profundas del corazón y conectarse con eso, es un aporte vital al inicio de  cualquier proceso de coaching. La importancia
de esto radica en que las visiones movilizan y proveen dirección a lo largo del
camino. Una visión clara logra orientar y facilitar la identificación de las
etapas necesarias para su realización.
2.    
Metas: Una visión
es vital pero precisa del posterior establecimiento de metas. Según Lifeforming Leadership Coaching  “Convertir un sueño en una meta es una
decisión que demanda pasos tangibles que deben seguirse.” (LLC, 2005). Un buen
coach precisa acompañar y acompasar la adecuada definición de metas
concretamente alineadas y en congruencia con la visión. La definición precisa de
una meta implica ciertos elementos; y un fácil recordatorio es el esquema de
Metas “R.E.A.L.M.”, es decir, metas que sean Relevantes, Específicas,
Alcanzables, con Límite de tiempo y Medibles. (LLC, 2005). Estas dimensiones asociadas
a las metas permiten luego dedicarse a lograrlas con mayor certeza de su trasfondo
y contexto total.
3.    
Sistema: Fijar
metas es bueno, pero la mejor forma de demostrar la responsabilidad en el
liderazgo es dándoles seguimiento a estas. Luego de definir adecuadamente una
meta es necesario configurar un sistema que garantice el cumplimiento de la
misma, que haga que la persona no se detenga sino que avance con determinación,
creatividad y perseverancia. El coach contribuye a esto de dos formas: 1) Provee
soporte al fungir para el coachee como motivador, entidad de avance y punto de apoyo;
y 2) Ayuda al coachee a que logre crear su propio sistema de efectividad, es
decir, identificar y articular los elementos o recursos (Ejm. materiales,
relacionales, experienciales, volitivos, etc.) necesarios para no desmayar sino
avanzar en el camino hacia el logro de las metas establecidas, aun cuando el
coach ya no esté disponible.
4.    
Logro: Según LLC,
“Los sueños se convierten en metas cuando comenzamos a realmente planear
alcanzarlos” (LLC, 2005). Solo un porcentaje pequeño de las metas planteadas en
el mundo se concretan, y esto es muchas veces por falta de seguimiento. La ejecución
es una competencia asociada al logro de metas y distingue a los grandes ejecutivos
y líderes, ya que es la que les permite lograr que las cosas se hagan. Un coach
ayuda al coachee a crear momentum alrededor de una meta (al formularla, al
trabajarla y al lograrla). Le ayuda a determinar su congruencia, a visualizar
su cumplimiento con entusiasmo,  y a
medir a tiempo los beneficios o consecuencias de no lograrla.
LLC (2005). Manual de certificación en coaching de liderazgo. Lifeforming Leadership Coaching. Virginia
Beach, Va.

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