Desarrollar liderazgo en
otros es un arte que usualmente cuenta con la intencionalidad de los involucrados
y con el aprendizaje en experiencias durante el proceso. Contribuir a que “se
hagan” otros líderes, usualmente implica la participación del líder en
desarrollo en situaciones incómodas en las que el talento es exigido, el
potencial es retado y el riesgo es evocado. Sin momentos de cambio y transición
las capacidades no emergerán, seguramente quedaran ocultas e invaloradas. La
autora Shirer, hace una narración de un evento de la naturaleza que nos ilustra
mucho al respecto. Describe como la madre águila trata con sus polluelos al quitarle
la zona de confort con el fin de que maximicen su potencial. A continuación la narración:
“El águila madre protege a sus pichones con pasión. Construye su nido en las
alturas para guardarlo de los intrusos, y lo cubre con una capa de materiales
suaves y cómodos. Así crea un lugar agradable y acogedor para que sus polluelos
descansen. Sin embargo, el nido de un águila contiene más de lo que se ve.
Debajo de su capa de comodidad reconfortante,
esa ave construyó la base del nido con rocas, palos y otros objetos afilados…
un hecho bastante irónico que sus crías pronto descubrirán. Porque cuando
considera que llego el momento, el águila madre sacude el nido, casi dándole vuelta,
y pone en contacto el fondo espinoso con las sentaderas suaves de los
polluelos. Ya no es el lugar cómodo para los bebes, ahora es extremadamente
incomodo, un lugar de donde quieren escapar. Porque, sí, el águila madre
protege a sus pichones con pasión, pero también está decidida a verlos alcanzar
todo su potencial. Así que, su tarea no está completa hasta que les provoca un
nivel de incomodidad que los prepara para experimentar la realidad para la cual
Dios los creo. Para pararse sobre sus patas. Para extender las alas. Y volar.” (Shirer, 2011). La historia pinta una imagen
de la naturaleza que permite capturar, en algún sentido, uno de los elementos
claves del desarrollo del liderazgo, que es, desarrollo por incomodidad. Esto
puede significar: sacar a los seguidores de donde están hacia donde deben
estar, cambiarlos de posición, darles nuevos retos, sacarlos de la zona de
confort hacia el infinito mundo de las posibilidades a través de proyectos,
posiciones nuevas, tareas diferentes o una mezcla de las anteriores. Recuerde, ¿Qué
le ha hecho crecer a usted como líder? ¿Qué le permitió sacar sus mejores
capacidades? ¿No fueron acaso útiles en el proceso algunas situaciones retadoras,
difíciles o incomodas? Entonces, diseñe, y acompañe a otros a través de
situaciones incomodas que les hagan desarrollarse.
otros es un arte que usualmente cuenta con la intencionalidad de los involucrados
y con el aprendizaje en experiencias durante el proceso. Contribuir a que “se
hagan” otros líderes, usualmente implica la participación del líder en
desarrollo en situaciones incómodas en las que el talento es exigido, el
potencial es retado y el riesgo es evocado. Sin momentos de cambio y transición
las capacidades no emergerán, seguramente quedaran ocultas e invaloradas. La
autora Shirer, hace una narración de un evento de la naturaleza que nos ilustra
mucho al respecto. Describe como la madre águila trata con sus polluelos al quitarle
la zona de confort con el fin de que maximicen su potencial. A continuación la narración:
“El águila madre protege a sus pichones con pasión. Construye su nido en las
alturas para guardarlo de los intrusos, y lo cubre con una capa de materiales
suaves y cómodos. Así crea un lugar agradable y acogedor para que sus polluelos
descansen. Sin embargo, el nido de un águila contiene más de lo que se ve.
Debajo de su capa de comodidad reconfortante,
esa ave construyó la base del nido con rocas, palos y otros objetos afilados…
un hecho bastante irónico que sus crías pronto descubrirán. Porque cuando
considera que llego el momento, el águila madre sacude el nido, casi dándole vuelta,
y pone en contacto el fondo espinoso con las sentaderas suaves de los
polluelos. Ya no es el lugar cómodo para los bebes, ahora es extremadamente
incomodo, un lugar de donde quieren escapar. Porque, sí, el águila madre
protege a sus pichones con pasión, pero también está decidida a verlos alcanzar
todo su potencial. Así que, su tarea no está completa hasta que les provoca un
nivel de incomodidad que los prepara para experimentar la realidad para la cual
Dios los creo. Para pararse sobre sus patas. Para extender las alas. Y volar.” (Shirer, 2011). La historia pinta una imagen
de la naturaleza que permite capturar, en algún sentido, uno de los elementos
claves del desarrollo del liderazgo, que es, desarrollo por incomodidad. Esto
puede significar: sacar a los seguidores de donde están hacia donde deben
estar, cambiarlos de posición, darles nuevos retos, sacarlos de la zona de
confort hacia el infinito mundo de las posibilidades a través de proyectos,
posiciones nuevas, tareas diferentes o una mezcla de las anteriores. Recuerde, ¿Qué
le ha hecho crecer a usted como líder? ¿Qué le permitió sacar sus mejores
capacidades? ¿No fueron acaso útiles en el proceso algunas situaciones retadoras,
difíciles o incomodas? Entonces, diseñe, y acompañe a otros a través de
situaciones incomodas que les hagan desarrollarse.
Shirer,
P. (2011) La Resolución Para Mujeres.
Pgs. 77-78. B & H Publishing. Nashville, TN.